El pasado día cinco del mes en curso, la asociación cultural “Caños Dorados”, en un entrañable y emotivo acto celebrado en nuestra biblioteca municipal D. Juan Gómez Crespo, hizo entrega de los premios correspondientes a los ganadores del “VI Concurso Nacional de Poesía y Relato Corto”.
El acto fue presentado por D. Andrés Romero Pérez, presidente de la junta de dicha asociación. Y amenizado por un cuarteto de jóvenes músicos de esta localidad. Los ganadores deleitaron al público con la lectura de sus obras, y posteriormente se les fue entregado a demás de sus correspondientes premios en metálico, un detalle conmemorativo de dicho acto cultural.
Premio Ex quo de “Relato Corto”
Doña: Encarnación Gómez Valenzuela. Relato: “El Bibliotecario”
Don: Julio Grau Zahonero. Relato: Ícaro
Premio de Poesía.
Don: Juan Lorenzo Collado Gómez. Poemario: “Hoy Me Pierdo En Ti.”
Desde aquí, mi más sincera enhorabuena a los premiados, a quienes tuve el placer de conocer y departir con ellos personalmente, durante el aperitivo que se ofreció tras la entrega de premios.
30 diciembre, 2008
VI Concurso Nacional de Relato Corto y Poesía
09 diciembre, 2008
Aldebarán. Antares. Rigel. Altair.
"Los Corceles de Ben-Hur"
Para los cinéfilos y los no tanto, impresa estará en sus retinas aquella famosa escena de la carrera de cuadrigas de la película dirigida en 1959 por William Wyler para la Metro-Goldwyn-Mayer: Ben-Hur. Protagonizada magistralmente por Charlton Heston, y la primera en la historia del cine en recibir 11 estatuillas de la academia de Hollywood. Igualada décadas después por la también famosa: Titanic.
¿Por qué hago un comentario cinematográfico en una entrada de astronomía? Por la sencilla razón de que, cada uno de los blancos y briosos corceles que tiraban de esa cuadriga, tenían nombres propios. Los nombres de cuatro estrellas, incluidas en una relación de las veinticinco más brillantes y hermosas del firmamento: Aldebarán. Antares. Rigel y Altair.
¿Por qué hago un comentario cinematográfico en una entrada de astronomía? Por la sencilla razón de que, cada uno de los blancos y briosos corceles que tiraban de esa cuadriga, tenían nombres propios. Los nombres de cuatro estrellas, incluidas en una relación de las veinticinco más brillantes y hermosas del firmamento: Aldebarán. Antares. Rigel y Altair.
Y, visto desde el panorama musical, Aldebarán es el título de una preciosa canción del año 1978 de una de las bandas más importantes de la historia de la música moderna italiana New Trolls. Dejo el enlace por si os apetece escucharla.
Aldebarán: Cuyo nombre en árabe significa “El seguidor”, ya que es la estrella que sigue en el cielo a las Pléyades (las siete hermanas). Es una estrella roja, doble, de primera magnitud, y se haya a sesenta y ocho años luz de la tierra, en la constelación de Taurus.
Antares: “La más bella del cielo”. En la constelación del escorpión, es una súper gigante roja, cuatrocientas veces más grande que nuestro sol. Su nombre deriva del griego anti Ares y significa -el rival de Ares- o -el opuesto a Ares-, debido a su color rojizo, por el cual rivalizaba en el cielo nocturno con el planeta Marte, símbolo del dios Ares. Es una estrella de primera magnitud, a pesar de estar más lejana que Aldebarán, a ciento setenta años luz.
Antares: “La más bella del cielo”. En la constelación del escorpión, es una súper gigante roja, cuatrocientas veces más grande que nuestro sol. Su nombre deriva del griego anti Ares y significa -el rival de Ares- o -el opuesto a Ares-, debido a su color rojizo, por el cual rivalizaba en el cielo nocturno con el planeta Marte, símbolo del dios Ares. Es una estrella de primera magnitud, a pesar de estar más lejana que Aldebarán, a ciento setenta años luz.
Rigel: Veintiún mil soles juntos. Esa es la luz, el brillo de esta estrella. Esto la convierte en la reina de todas las estrellas del firmamento. Es otra gigante doble. Se haya en la constelación de Orión.
Altair: Es una estrella de primera magnitud en la constelación de (El Águila), bien destacada en las noches serenas la singularidad de Altair radica en su relativa proximidad a la Tierra, pues su luz emplea sólo dieciséis años en hacer el viaje. Pocas estrellas como (Alpha Centauro y Sirio) están más cercanas a nuestro sistema planetario que Altair.
Ben-Hur, fue una adaptación cinematográfica de la novela homónima de Lewis Wallace, escritor y militar estadounidense. Uno de los capítulos, en el que se describe la presentación que hace Sheik Ylderim, de sus caballos, a Ben-Hur, hay una hermosa frase cargada de entrañable simbolismo.
“A nuestros hijos y a nuestros caballos les ponemos nombres de estrellas”. Es decir, los nombres más bellos para los seres más queridos”.