01 noviembre, 2011

Don Juan Tenorio

Un año más, retomo a uno de los clásicos de la literatura española por excelencia. Nuestro enamoradizo caballero Don Juan Tenorio. El personaje de José Zorrilla que, por estas fechas, se pasea por los escenarios de media España. La otra media, hace tiempo que hizo suya, sin serlo, la tétrica costumbre de celebrar la americana fiesta de Halloween. Hacemos nuestras, costumbres extranjeras, y vamos perdiendo las propias. Hay que ver, lo que son capaces de conseguir las martilleantes campañas de marketing...








¡Alma mía! Esa palabra

cambia de modo mi ser,

que alcanzo que puede hacer

hasta que el Edén se me abra.

No es, doña Inés, Satanás

quien pone este amor en mí;

es Dios, que quiere por ti

ganarme para Él quizás.

No, el amor que hoy se atesora

en mi corazón mortal

no es un amor terrenal

como el que sentí hasta ahora;

no es esa chispa fugaz

que cualquier ráfaga apaga;

es incendio que se traga

cuanto ve, inmenso, voraz.

Desecha, pues, tu inquietud,

bellísima doña Inés,

porque me siento a tus pies

capaz aún de la virtud.

Sí, iré mi orgullo a postrar

ante el buen Comendador,

y o habrá de darme tu amor,

o me tendrá que matar.




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