10 abril, 2016

Lunáticos, amantes y poetas


“Lunáticos, amantes y poetas” honran a Shakespeare y Cervantes


Doce escritores participaron en esta antología de relatos inéditos, basados en el legado de los dos genios de la literatura que murieron hace 400 años.
El 22 de abril de 1616, a los 69 años, el novelista español Miguel de Cervantes murió de diabetes en su casa de Madrid, situada en la esquina de la calle del León y la calle Francos. Un día después, en su casa en Birmingham, Reino Unido, el dramaturgo William Shakespeare falleció a los 52 años, luego de una intensa fiebre que durante años le fue atribuida al consumo excesivo de alcohol y que luego científicos alemanes le adjudicarían a un tumor canceroso en el ojo izquierdo.

En abril se cumplen 400 años de esos dos hechos, y el Hay Festival, junto con Acción Cultural Española y el British Council, le rendirán homenaje a los dos genios de la literatura universal con una antología bautizada Lunáticos, amantes y poetas, 12 historias inspiradas en Shakespeare y Cervante. “Esta es una ocasión única para destacar el importante papel de ambos autores”, dice Elvira Marco, directora de Acción Cultural. 
Doce autores contemporáneos, de alcance internacional, fueron convocados para rendirles un tributo a los dos autores, con creaciones inspiradas en su legado. La metodología fue la siguiente: Se convocaron 12 autores de habla inglesa para que escribieran un texto inédito influido por la obra de Cervantes, y 12 autores de lengua española para que crearan un texto original tomando como base el trabajo de Shakespeare.
En el listado de los escritores de habla hispana está el español Vicente Molina Foix. Su cuota en esta antología –que ya cuenta con una versión en inglés de la editorial And Other Stories, y que pronto tendrá la versión española editada por Galaxia Gutemberg– es un relato titulado Muñeca egipci. “Shakespeare y Cervantes abarcan dos coordenadas esenciales de la literatura de todos los tiempos –señala Molina–. El primero crea con su teatro y su poesía un paisaje lírico cuyo horizonte es inagotable, y Cervantes funda por sí solo, y en una sola obra, Don Quijote, la novela moderna”.
Y entre los escritores de habla inglesa aparece la británica Nell Leyshon, quien se refiere a los dos autores como unos “gigantes difíciles de ignorar”. Dice: “Shakespeare rompió las unidades griegas de tiempo, lugar y acción, y transformó la noción de lo que una obra podría ser”. Luego cuenta que Cervantes llegó a su vida –a través de “Don Quijote de la mancha”– cuando era “más joven”, acababa de renunciar a su carrera como cineasta y vivía en Madrid. “Cuando lo leía, podía sentir a Cervantes encontrando su camino y forjando una nueva forma de contar historias, y su entusiasmo me estimuló a escribir mis propias historias”.

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