Cuando decidí extender esta Mano de Luna al resto del mundo virtual, me conformaba,
simplemente, con el mero hecho de que alguno de los textos publicados sirviese de
ayuda, aunque fuera a tan sólo una sola persona. Aquel deseo, ocho años
después, se ha cumplido con creces. Me alegro.
Ocho años son: muchos meses, muchos días, muchas horas y minutos. Como muchas son las cosas que han cambiado en
mi vida, a lo largo de todo este tiempo, desde aquella tórrida tarde de agosto de 2007.
Hoy, mi Mano
de Luna está de celebración. Por eso quiero compartirlo con todas aquellas
personas que han dejado su impronta, las que se han asomado de puntillas, las
que han entrado y paseado plácidamente por este mar de la tranquilidad, y a esas otras que lo ha
convertido en referente, desde los cuatro puntos cardinales del planeta.
Gracias a los que han pasado y a los que, espero y deseo, estén por venir. Sin vosotros, este blog
sería, solamente, un solitario páramo literario.
Por eso, me satisface
compartir esta deliciosa tarta con cuantas personas deseen sumarse a
este dulce aniversario.
La mesa está preparada. Sírvanse
ustedes mismos. Lástima, que no podamos cantar al unísono el, siempre alegre y
divertido, ¡Cumpleaños Feliz!
Un abrazo desde esta hermosa
tierra cordobesa.
Muchas felicidades y ojala cumplas muchisisisimos años mas y podamos deleitarnos de esta maravillosa mano de luna. Un beso
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