22 diciembre, 2014

Almuerzo Navideño de El Sembrador de Palabras


14 de Diciembre de 2014







Fotografías: Mª Rosa Laguna



Sabor a Navidad

Un lector vive mil vidas antes de morir,
 el que no lee, sólo vive una.

¡El tiempo pasa volando! Cuantas veces habremos escuchado esa expresión. Una expresión que hoy podemos hacer nuestra, pues seis años de vida tiene El Sembrador de Palabras, y cinco son las navidades que llevamos reuniéndonos para estos almuerzos navideños. Reunión, llevada siempre de la mano de algo tan instructivo como es la lectura, los libros. En definitiva, la vasta extensión de la palabra “Literatura”. A lo largo de todo este tiempo, muchas han sido las personas que han pasado por nuestro club lector: unas para quedarse, y otras sólo a modo contemplativo para terminar alejándose definitivamente. Las que optamos por quedarnos, estamos viviendo experiencias maravillosas e inolvidables. Somos un grupo homogéneo en el que: la amistad, la sencillez y el compañerismo aderezan todas y cada una de las reuniones.

Continuemos así, pues sólo de esa forma podremos disfrutar al unísono de todo cuanto nos depare el destino literario. Dicen que “Algunas historias pasan. Otras pasan a formar parte de la historia” De nuestra historia personal pasará a formar parte siempre, en el espacio y el tiempo El Sembrador de Palabras. Los encuentros con autores, los talleres literarios, las exquisitas merendolas, los deliciosos y entrañables almuerzos y las cenas del comienzo del estío.

Hay una canción de Amaral titulada “sin ti no soy nada” Tampoco yo sería nada sin vosotras. Sin vuestro apoyo, complicidad y compresión. Sois el motivo por el que cada miércoles compagino el trabajo y el amor por los libros, de la mejor manera que puedo y me encamino presurosa hacia la biblioteca. Aprendo de todas y cada una de vosotras. Decía Ortega y Gasset “Yo soy yo y mis circunstancias”. Dentro de cada yo y de cada circunstancia, siempre hay algo que aprender. Hoy en especial tenemos que aprender, del tesón y la lucha por la vida de nuestra compañera Pepi. Sin esa lucha, este almuerzo habría perdido su intenso color navideño.  Disfrutemos cada segundo de nuestras vidas y sigamos descubriendo juntas el mundo de fantasía que guarda, celosamente, cada libro.

María Rosa Laguna
(monitora de El Sembrador de Palabras)

¡Feliz Navidad para todas, desde el fondo de mi corazón!


Nuestro agradecimiento al restaurante El Deleite, en Fernán-Núñez. Un almuerzo estupendo. La mesa, típica de estas fechas, vestida con mucho gusto y sencillez. Y la comida exquisita. Lástima que por  circunstancias personales, no todas las integrantes del club de lectura pudieran disfrutar de este entrañable almuerzo navideño. 

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