Encontré esta imagen, ampliada, en una de las paredes del estudio de mi amiga María. Llamó mi atención, sobremanera, por la enorme sensualidad que provoca el gesto en sí. No la había visto hasta entonces, o, eso creía, pues enseguida supe que no es, ni más ni menos, que un detalle de la famosa escultura –El rapto de Proserpina- perteneciente a la colección de la – Galleria Borghese, Roma-.Una de mis preferidas, junto con –La Psique y Cupido-, o, -El Beso- de Antonio Canova. Cuando la observé más detenidamente me di cuenta, del craso error cometido por mi parte al pensar, a simple vista, que era la foto real de un cuerpo humano. Está hecha en mármol y su altura es de 295cm.
La imagen parece estar retocada digitalmente. Quién haya hecho ese trabajo, la ha dotado de un contraste y encuadre perfectos, para llamar la atención sobre la parte en cuestión. Posteriormente me he datado, y he comprobado que hay varias fotos que van detallando progresivamente las distintas partes de esta hermosa escultura. Tomadas desde diferentes puntos. Todas, de una inmensa expresividad.
Como creo que a María no le importará que yo hay raptado está imagen de entre las paredes de su sencillo, cálido y acogedor estudio, y traerla hasta aquí, para que todos podamos disfrutarla, pues aquí se quedan. Seguro que a cada persona le transmitirá una sensación, u, opinión diferente. Esta ha sido la mía.
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